Mudos quedaron los asistentes al último clásico de torneos de verano. Ninguno pensó que, por el precio de una entrada, sería posible disfrutar de dos espectáculos fabulosos.
Primeramente se vio una fina demostración futbolística, con incontables situaciones de gol para ambos clubes. Y posteriormente llegó la gran sorpresa: ¡pugilato y lucha grecorromana!
Atónito y maravillado, el público asistió a un show de golpes y tomas que, los que peinan canas, compararon con los espectáculos ofrecidos por la troupe de "Titanes en el Ring".
En resumen, se vivió una gran noche donde el deporte fue el protagonista. Quiera Dios que nuestra juventud, a veces un tanto descarriada, tome ejemplo de estos sacrificados players de nuestros principales equipos profesionales.
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