Científicos de la Universidad de Ponsombyland descubrieron que, contra lo afirmado durante tantos años, los autos de color blanco chocan en la misma proporción que los otros.
El primer experimento consistió en tomar un voluntario, hacerle beber tres botellas de vodka, darle a fumar siete porros y luego hacerle conducir un coche blanco.
"Resultó que el muy bestia chocó enseguida, contra el primer obstáculo que encontró", expresa el estudio.
En un segundo experimento se pidió a un conductor, totalmente sobrio, que manejase un auto blanco mientras escuchaba una grabación con la voz de su suegra haciendo comentarios sobre su persona.
"¿Podrán creer que terminó cayendo por un barranco?", declaró un científico asombrado.
"Al final, decidí hacer pintar mi Palio de color bermellón", concluyó.
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