Parece no tener fin el duelo entre Nicolás Maduro y Barack Obama. Todo comenzó cuando el mandatario venezolano expulsó a dos diplomáticos de EE.UU. Esto causó la reacción de Obama, que expulsó a tres representantes de Venezuela.
En vista de ello, Maduro expulsó a tres periodistas de CNN, cosa que enfureció a Obama (quien expulsó a cinco agregados de la embajada venezolana en USA).
No se quedó atrás Maduro, que expulsó a diez empleados de la embajada norteamericana y a un vendedor de churros que operaba en la esquina de dicha embajada. Al enterarse Obama, expulsó a todo el personal de jardinería de la embajada venezolana y a cuatro transeúntes que pasaban por la vereda de enfrente.
La reacción de Maduro fue terrible: expulsó a quince taxistas que paraban cerca de la embajada de USA y a un cartero que entregó un sobre en la casa de al lado. Para no ser menos, Obama expulsó a todos los empleados y clientes de un local de McDonalds que queda a tres calles de la embajada venezolana.
Se teme que las represalias continuarán creciendo.
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