Los padres de un niño de ocho años le anunciaron que irían a ver pasar los corredores del Rally Dakar. Al ver que el chico se quedaba pensativo, le preguntaron qué le pasaba.
"Es que me parece que Dakar está en África", explicó el niño.
De inmediato se generó una pelea entre los progenitores. "Ese colegio que elegiste es una mierda, no aprenden nada", culpó el padre a su esposa. "Si lo ayudases con los deberes, el pobre sabría algo de geografía en vez de decir barbaridades", se defendió la señora.
"Pero miren que Dakar está en Senegal, estoy casi seguro", insistió el niño antes de recibir un sopapo.
"Pedazo de burro, no repitas disparates", bramó el padre, perdida la paciencia.
Entre los llantos del chico y los gritos de los padres, unos vecinos se hicieron presentes para ver si todo estaba bien. Quiso la casualidad que uno de ellos fuese profesor jubilado y aclarase la situación.
"Tiene razón el niño, Dakar está en África", sentenció. De allí a correrse la voz, todo pasó en un santiamén. Ahora, los corredores se proponen demandar a los organizadores del rally.
"Me hicieron competir en África y yo ni sabía que estaba allí", exclamó un piloto. "Si mi mujer sabe lo que vamos a tener que pagar de roaming, me mata", explicó.
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