Tras años de llevarlos puntualmente a acampar en todas sus vacaciones, un padre de familia decidió sincerarse con los suyos: "Acampar es una mierda, pero como soy masoquista resulta una experiencia placentera para mí", empezó diciendo.
"Disculpen por tantos años de cargar mochilas, armar carpas, comer porquerías, inundarnos, cagarnos de calor, soportar mosquitos, compartir con idiotas a medio metro, bancar baños mugrientos, hacer colas para ducharse y tantas cosas más", exclamó emocionado ante su familia y el siquiatra que se hará cargo del caso.
"Es obvio que este hombre está muy mal", indicó el facultativo. "Nadie en su sano juicio tiene ganas de pasar penurias como forma de vacacionar", siguió diciendo. "Pero no hay nada que unos años de terapia y unas pastillitas no puedan curar", expresó satisfecho.
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